El
documental comienza con una anécdota que tiene como protagonistas a Pablo
Picasso y una camarera. Picasso tras almorzar en una cafetería francesa pintaba
muy concentrado en una servilleta. Cuando la camarera fue a cobrarle el café
Picasso le quiso pagar con ese dibujo de la servilleta. Entonces, la camarera
le pidió que le firmara tal dibujo y este le respondió: - No mademoiselle, solo pretendo pagar el
almuerzo, no el local.- Y es que, como ya veremos, “el poder sobre el arte
nunca es inocente.
Este
documental se propone que descubramos el peso del arte y la cultura en las
sociedades a lo largo de la historia. Durante y tras periodos en los que se
producen sucesos que afectan gravemente a la ciudadanía, siempre hay artistas
que retratan estos momentos de una manera realista o crítica, el arte se
convierte en un modo para expresar el descontento social. El arte puede usarse
para matar los ratos libres y para desahogarse, o bien, para a la vez intentar
que otros admiren nuestra crítica y sientan que esa misma realidad a ellos les
afecta. Puede ser una forma muy eficaz de difundir problemas y que les llegue a
la gente.
Infinidad
de veces en España artistas y estudiosos han reflejado su descontento ante la
realidad que les envolvía. Por ejemplo, durante la II Republica se detecta que
hay una gran cantidad de población que es analfabeta, y muchos artistas e
intelectuales de la época como Cossio, Giner de los Rios Lorca, Buñuel, Dalí,
Cernuda, María Moliner, María Zambrano,… desplegaron acciones encaminadas a que
la cultura, hasta ahora de las élites, llegara a las regiones más recónditas
del país. Toda esta gran labor pedagógica y los resultados de ésta fueron
detenidos por la rebelión militar que desembocó en una guerra civil y tras
esto, en dictadura. Durante la guerra y tras ella se fusilan a intelectuales y
artistas de ambos bandos, entre ellos Federico García Lorca. La muerte de estas
figuras hace que otros intelectuales se exilien de forma voluntaria. Desde sus
nuevos destinos, muchos de ellos producirán obras en las que se critica la
situación de los exiliados y de los que todavía resisten.
Durante los
bombardeos, el Museo del Prado fue atacado por el bando fascista y tanto su
director, Picasso, como los dirigentes políticos se encargaron de proteger
todas las obras que allí se exponían exiliándolas también a ellas. Más tarde, durante
la dictadura franquista, los cuadros fueron repatriados. Los poderosos eliminan
la cultura y a sus principales productores o se apropian del arte y el saber. Los
teatros, salas de arte y bibliotecas son abandonadas por la población.
Durante la
dictadura, aunque el arte y el pensamiento son censurados duramente, menos el
de los exiliados, los franquistas empiezan a verlo como elemento de apertura al
mundo. El régimen exhibe obras pero nunca al autor de ellas; se politiza el
arte. Sin embargo, a figuras como Dalí o Picasso el régimen no tiene más
remedio que aguantarlas por ser conocidos internacionalmente.
Con la caída
del Régimen, España se encuentra sin equipamientos culturales y con una
ciudadanía sin conocimientos al respecto, por lo que se comienza a instruir a
los ciudadanos en este ámbito. A su vez, los movimientos políticos de izquierda
comienzan a usar el arte y la cultura como medio para captar votantes.
En
la actualidad la cultura y el arte son un negocio más para algunos, pero para
unos pocos el arte sigue siendo un elemento liberador con el que se puede
mostrar lo que amamos y odiamos del mundo, consiguiendo, en muchas ocasiones,
que la gente se conciencie o incluso que se movilice. El arte es construido por
nosotros, pero a la vez nos construye. Por esto desde antaño se ha reprendido a
los más cultos y creativos. Y es que, la incultura es tortura.
“EL
GUERNICA”, PICASSO.
Esta gran
obra de Picasso, es una de las más conocidas de este famoso pintor. Picasso
pintó este cuadro porque el Museo Internacional de París va a hacer una
exposición y le encargan un mural, al principio no sabe en que basar su
pintura. Esto cambia con el estallido de la Guerra Civil y con la posterior
victoria de los rebeldes. El 26 de Abril de 1937, la aviación Nacional
Socialista alemana bombardea la ciudad de Guernica. Picasso al enterarse del
suceso lo escoge como tema adecuado para ser expuesto en París y así lo hace.
En este cuadro se aprecia el dolor, el fuego y la muerte de la población civil
fallecida en Guernica durante estos asaltos fatídicos. El Guernica pasa muchos
años fuera de España; Carrero Blanco solicita el regreso del Guernica a España,
pero Picasso pide a cambio el restablecimiento de la Republica, con lo que el
cuadro permanece donde está, en el Moma. Tras la muerte de Picasso y la llegada
de la democracia el mural regresa por fin a España, ahora mismo se puede
encontrar el en Museo Reina Sofía.
Judith de Paz
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