Se debe tener cuidado con el principio de
libertad individual. El discurso moderno intenta definir el mínimo común
compartido por los ciudadanos, dejando a un lado el principio de libertad
personal. Es cada individuo, desde dentro, quien debe actuar para producir
cambios. Deben ser los propios ciudadanos los que defiendan lo público, en
tanto que individuos pertenecientes a una misma comunidad, construyan
ciudadanía y generen ambientes en los que prime la igualdad de oportunidades.
Los educadores sociales
deben educar a la ciudadanía, propiciando que los individuos adquieran una
conciencia democrática, deben involucrarse en su realidad para poder decidir
sobre ella. Además, deben procurar que el acceso a la cultura sea real y no
desigual. La ciudadanía debe sentirse vinculada a lo común si quiere conseguir
justicia social, comprometiéndose así con las generaciones venideras. Otra
brecha en la que el educador social podría desempeñar una buena tarea sería el
trabajo de la interculturalidad, ya que vivimos en un mundo diverso por
naturaleza, debe haber también diversidad en las opciones culturales. Por
último, el educador social debe fomentar actitudes de respeto a las condiciones
ambientales por parte de todos, ya que son las condiciones que habitamos todos.
¿Pero qué
contradicciones debe asumir el educador social antes de embarcarse en las
misiones anteriormente citadas?
1. En nuestro
mundo, globalizado, hasta que no hemos sufrido la decadencia del Estado de Bienestar,
no nos hemos preocupado, no nos hemos movido ni protestado por ninguna de las
injusticias que vemos día a día a nuestro alrededor.
2. En cierto
modo, lo que nos pasa nos pasa porque casi el total de la ciudadanía lo ha
generado. Lo que en estos tiempos está aconteciendo, se lo debemos a nuestro
estilo de vida y nuestras formas de consumo. Falta ética en los hábitos
cotidianos de los ciudadanos.
3. Cada día
tiene que ver con el anterior. Favorecemos ciertas guerras, genocidios y
desastres medioambientales. Es decir, para que unos países puedan gozar del
título de “primer mundo”, otros deben vivir en la más extrema pobreza. Si los
países desarrollados gozan de tantas comodidades y lujos es porque en otros
países sus ciudadanos no cuentan ni con los bienes más básicos (comida, agua
potable, medicinas,…).
Estas
contradicciones deben hacerse visibles para que produzcan un efecto educativo.
Los educadores sociales han de trabajar para que tanto individual como
colectivamente aparezcan en los ciudadanos conciencias comunes, responsabilidad
colectiva y se conozcan las obligaciones como tales.
Los educadores
sociales trabajan con gente que solo cree que tiene derechos, olvidándose de
que también tienen responsabilidades y obligaciones. Considerar al otro en cualquier
decisión que tome es el primer paso para educar en responsabilidad ciudadana.
Judith de Paz
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